viernes, 2 de mayo de 2008

NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS DE MAILÍN


MAILÍN.

La tradición cuenta que en el siglo XVIII un vecino de esta localidad fue sorprendido por la visión de una luz brillante proveniente de un algarrobo, en las cercanías del río Mailín.

El Señor Forastero de Mailin, como se le llama históricamente, es un Cristo pintado sobre una cruz de madera.

La fiesta principal al Señor de Mailin se lleva a cabo 40 días después de las Pascuas de Resurrección, es decir que entra en la festividad de la Ascensión del Señor.

Un novenario inicia la preparación espiritual, pero lo más sustancioso de la celebración se condensa en los últimos 3 días, en la víspera se hace las rogativas alrededor de la plaza, según la práctica litúrgica, y en algunos años se llega hasta el algarrobo histórico.

Religiosidad popular que congrega a multitudes, los promesantes y peregrinos no cesa de entrar al templo a orar al de la cruz, haciéndolo durante toda la noche hasta el alba, hora en que se celebra la primera de las misas.

Culmina con procesión y una gran demostración de alegría coronada con cohetes y bombas de estruendo.

La ocasión convoca a vendedores de artículos variados que se ofrecen en la feria de Mili.
En especial se puede encontrar productos locales regionales así como de la vecina Bolivia.
Bajo enramadas y capas, según Gramajo y Martínez moreno, preparadas para esta oportunidad y en galerías de las casas de la zona, se puede probar platos típicos y bailar con música folklórica y ritmos modernos.

Los folcloristas santiagueños, muy devotos al señor, asisten a esta celebración. Entre ellos se encuentran los del Alero quichua-santiagueño que ofrecen su música y canto en lengua quichua.

Los autores citados agregan que una fiesta chica se realiza unos meses después dando lugar a nuevas demostraciones de fe.




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