domingo, 11 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS Cap 5

En las crónicas aparece el Arco Iris como un eje, pero, en el caso inca, éste centra al gobernante como jefe de la comunidad, lo dota de poder sobrenatural.
Es decir, el Arco Iris era una divinidad protectora del Inca.
A esta centralización del poder, otorgada por el Arco Iris, la hemos hallado en el texto de Juan de Santa Cruz Yupanqui, que escribió que junto al cerro más alto, "se levanto un arco del cielo muy ermoso, de todos los colores, y sobre el arco apareció otro arco, de modo quel dicho Apomanco Capac se bido en medio del arco" (Pachacuti 1968: 285).
Así, el arco era percibido como un puente conectivo entre los dos mundos, y el Apu Manco Capac fue ubicado en medio de éste por ser un individuo sagrado; de esta manera el gran Señor del Tahuantinsuyu fue dotado de poder sobrenatural.
En el panteón inca el Arco Iris ostentó un lugar privilegiado en el templo más importante del Tahuantinsuyu, en el Coricancha.
Éste poseía en su interior diferentes capillas para las deidades: una capilla para la Luna, Quilla; otra capilla para las estrellas, Coillur; la capilla de Illapa, para Inti; y finalmente, la capilla del Arco Iris (que precedía a la del Sol).
En uno de los costados de la capilla de la deidad se trazó un arco del cielo tan grande que iba pintado de una pared a otra con todos sus colores en vivo.
Además, pendientes del techo del recinto colgaban multitud de cristales, que con el movimiento que provocaba el viento, al colarse en su interior, se producía un arco multicolor que regaba las paredes de la estancia.
Allí, en medio, se sentaba el inca, como centro y eje motor del universo, albergado por la capa multicolor que sobre él se ponía; reproduciendo los pasos de Manco Capac (Poma de Ayala 1987: 255).

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