martes, 11 de marzo de 2008

EL ZORRO Y EL HOMBRE. [1]


El zorro sabía que el hombre era el que tenía más poder de todos, de todos los que había.

Y justamente tenimos más poder, aunque no quiera el zorro.


-Pero a mí no mi hai de embromar -que dijo el zorro.

Y él sabía que el hombre acostumbraba a hachar.

Y había sentido una hacha en el monte y se dirigió áhi.

Y áhi 'taba un hombre hachando. Y saludó y preguntó si era él el hombre.

Le dijo que sí.


-¿Y qué 'tá haciendo, usté, aquí?

-Estoy rajando una viga -le dice el hombre.

-Vengo -es que le dice- para que me dé alguna idea cómo puedo hacer yo.

Y usté, que dicen que es más poderoso, pero más poderoso que yo, no hai ser.


Bueno, diz que el hombre estaba con una hacha partiendo una viga con cuña, ¿no?, porque se usaba con cuña efectivamente, para que el trozo se vaya abriendo, ¿no?

Y lo llamó el hombre al zorro para que le pusiera la cuña.

Claro, pega el hachazo el hombre y lo abre con la hacha, y el zorro viene y le pone la cuña.


-Más, más adentro -es que le dice-, más adentro un poco.

Hasta que el zorro mete la mano en la rajadura y le saca la hacha y quedó prendido el otro.

Y así lo embromó.

Y ya no pudo embromarlo al hombre.

Y claro, y el hombre lo embromó y lo dejó prendido áhi.


José Ignacio Herrera, Nueva Villa Río Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero, 1970.

El narrador es originario del viejo pueblo de Río Hondo que ha quedado bajo las aguas del dique de Termas de Río Hondo, se ha radicó en la Nueva Villa a donde fue trasladada parte de la población desalojada.

[1] Recopilada por Vidal de Battini, Berta Elena en su libro Cuentos y Leyendas Argentinas Tomo III. SANTIAGO DEL ESTERO

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