domingo, 30 de marzo de 2008

EL CIPITÍO


Llamado originalmente Cipit, y en la actualidad Cipitío o Cipitillo es un personaje de leyenda en El Salvador.

Nació de la relación que tuvo su madre Ziguet (Sihuet) (diosa Luna) con el dios Lucero de la Mañana, traicionando infielmente al dios Sol. Es por eso que el dios de dioses, Teotl condenó tanto a la madre como al hijo. A la madre la degradó de su categoría de diosa Luna a mujer errante y al niño le condenó a nunca crecer, y conservarse por siempre en la edad de once años.

Cipit es hijo de dioses, pero su aspecto es el de un niño de bajas condiciones sociales y económicas, con una deformación en los pies, teniéndolos revés, enorme barriga y con el poder de teletransportarse.

(Es de admirar que en épocas precolombinas, se tuviera claramente definido el concepto de teleportación).

Su alimentación está basada en comer cenizas y bananas.

Además la Mitología Cuscatleca lo ubica en la región de San Vicente.

Durante siglos, Cipit fue el dios de las relaciones prohibidas y adulteras, en la actualidad es un icono de la cultura salvadoreña donde es representado como un niño alegre y que vaga errante.

El Cipitío es un ser propio del folklore salvadoreño. La leyenda ha evolucionado de generación en generación, adaptando muchos de los elementos de la misma para no perder vigencia; aunque en el fondo, conserva la esencia ancestral.

El nombre viene del nahuat Cipit, que significa niño, de donde se deforma la palabra "Cipote" utilizada para nombrar a los infantes en El Salvador. De estatura acorde a sus eternos diez años, con barriga prominente, ropa de manta y un sombrero de palma puntiagudo y de grandes alas.

Se dice también que tiene los pies hacia atrás

Frecuenta los trapiches de las moliendas de caña, le gusta comer y bañarse con cenizas, también gusta de frecuentar ríos y es un eterno enamorado de las muchachas a las que constantemente les espía, silba, o arroja piedrecitas y flores

Aunque no es ofensivo, es hostigoso. Generalmente hace bromas con las cuales se burla de las personas, carcajeándose sonoramente. De igual manera, se ha escuchado mencionar en la lengua salvadoreña que cuando una chica es objeto de su hostigamiento, la solución para alejarlo es comer en el baño, frente a la taza de un inodoro; esto debido a que se supone que él siente asco fácilmente con los malos hábitos de las personas, en este caso las mujeres, por eso se supone que esta es la solución más efectiva cuando una mujer está siendo objeto de sus hostigamientos.

Según la Mitología Cuscatleca, él era el hijo de un romance prohibido entre la diosa Luna, Sihuet y el dios Lucero de la Mañana. El padre de la joven, el Dios Tlaloc, al enterarse dejó caer una maldición sobre hijo y madre.

Hay una serie televisiva, en la que Cipitío reconoce a su abuelo, con quien se comunica cuando tiene problemas.

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